¡Muy buenas
a todos!
Hoy, para
compensar todo el tiempo que no he podido pasarme por aquí a causa de los exámenes
(que por cierto ha ido bien la cosa) os voy a traer mi experimento preferido.
Bueno, antes
tenemos que saber dos cositas, la primera de ellas es ¿Qué es el
condicionamiento clásico? Pues os voy a dar una explicación muy patatera para
que entendáis el concepto y así tenga sentido el vídeo que vais a ver. En el
condicionamiento clásico existen dos estímulos que NO están relacionados entre sí,
por ejemplo una campana y la presentación de comida, pero pasa lo siguiente:
Cuando se ha producido durante muchas (y cuando digo muchas, son muchas y
atentos que ahora me pongo técnico) veces la presentación de uno de los estímulos
al acabar la presentación del primero; se produce una asociación, tranquilos,
vamos a explicarlo más como solemos hacerlo por aquí; Quizás la primera vez
suena una campana y nosotros no tenemos ni idea de que pasa, pero nos damos cuenta de que cuando deja
de sonar la comida está preparada, si esto sucede todos los días, cada
vez que suene la campana nosotros empezaremos a salivar. Lo que ha sucedido es
que el valor que para nosotros tiene la comida, lo ha adquirido la campana
debido a esta presentación metódica y por lo tanto, la campana tiene la misma significación
para nuestro cuerpo que la comida, es decir, se producen una serie de cambios fisiológicos
igual que si se nos presentara la comida. Espero que más o menos hayáis cogido
la idea.
Una vez
conocido esto solo nos falta "el quien" para poder ir al lio, bueno, el sujeto en cuestión
fue J.B. Watson, un psicólogo estadounidense que vivió durante los siglos XIX y
XX, fundador del conductismo, creador del manifiesto conductista y que tuvo una
vida muy culebrónica, ya que fue expulsado de la universidad por un lio amoroso
que tuvo con su ayudante la cual veremos en el video, Rosaline Rayner, si os
interesa haré una entrada con esta peculiar historia de amor, ya que es
bastante curiosa.
Este es Watson. En esta ocasión sin gafas rosas de fiesta como en la cabecera |
Bueno, una
vez sabeis esto os voy a explicar lo que vais a ver en el vídeo El experimento
se llama “Pequeño Albert”, ya que el sujeto experimental era un bebé de un
orfanato al cual, al principio, se le presentan varios animales (monos, perros,
ratones, conejos…) con los cuales el pequeño Albert interactúa sin problema
alguno, los toca y no tiene ninguna reacción de aversión (o mala, que me pongo
en modo técnico y no hay quien me pare), pero a continuación hace lo siguiente:
Le pone a Albert una rata cerca y cuando la toca hace sonar dos barras de metal
detrás de él, repitiendo el procedimiento en 6 ocasiones, es decir, cada vez
que tocaba la rata venia un sobresalto, así en 6 ocasiones. Tras estos 6 ensayos,
se le volvieron a poner cerca los animales que anteriormente no habían causado
ninguna reacción, pero esta vez, Albert lloraba y evitaba los animales, y ¡atentos!, que no solo la rata, sino cualquier animal con pelo que le
recordara a la rata, pero vamos mas allá, cuando tocaba un abrigo de pelo, también
se producía la reacción negativa de lloro y alejamiento, es decir, Albert había
hecho una asociación que implicaba que esa sensación que tenia al tocar los
animales o el pelo era mala, solo porque anteriormente, en tan solo 6
ocasiones, este mismo había predicho un sobresalto, os dejo con el vídeo para
que lo veáis vosotros mismos.
Bueno,
espero que os haya gustado y supongo que como yo os habréis preguntado, ¿y qué
paso con este niño?, pues el experimento tenía dos fases, una primera que es la
que acabáis de ver, y otra en la que se le quitaba el miedo que había adquirido
al pelo, pero hubo un inconveniente;
dieron al pequeño Albert en adopción y no se pudo llevar a cabo esta
segunda fase. Imaginaros esa persona que crece, hace su vida siempre con esa
pequeña fobia a los animales, encuentra el amor y un día le da a su señora
esposa por comprarse un chaquetón de pelo, con lo que ese señor, ya crecido y
con su vida, sale corriendo asustado perdido. Seguramente, si tuviera la
oportunidad, le diría dos palabritas al señor Watson.
Bueno, eso
es todo por hoy, espero que os haya gustado y os haya resultado interesante, volveré
mas a menudo a contaros muchas cosas mas, un saludo.
Pasarlo bien
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